INFLACIÓN, CAPITAL HUMANO Y OCUPACIÓN DESIGUAL DEL TERRITORIO EN COLOMBIA.

La historia de la representación simbólica de los bienes de uso y consumo colectivo es una discusión que se traspola desde aldeas primitivas, hasta la propia impresora más tecnológica capaz de gestionar emisión monetaria con altos estándares, cubriendo la oferta y demanda de un sistema socialmente aceptado y consensuado. Así como monedas de cuero, onzas de sal o de oro, el acuñamiento de valor intrínseco se da para revestir de un sentido común una lógica de comercio.

La interacción de la división del trabajo en la espontaneidad de tales bienes o servicios, han ido evolucionando en cada etapa productiva, concebir una estructura de precios para la diversificación de mercancías y circularidad de ese bien simbólico, incentiva el desarrollo y tecnificación, y por consiguiente una cosmovisión que apela a satisfacer y darle una dinámica biopolítica que erige super estructuras, como en su etapa actual lo es el capitalismo.

Es importante entender este proceso del cual se deriva el dinero, ya que en cualquier parte del mundo se ha adquirido el sistema político-económico, siendo el mejor referente de orden civilizado y democrático, con el cual adquirir, trasferir, acumular, especular generar usura o defraudar ya en un ámbito estatal. ¿Como entonces se pone de manifiesto tal fenómeno micro y macroeconómico como lo es la inflación? Para esta comprensión casi monolítica que integra historia, antropología, sociología,  política, economía, estadística, constitucionalidad y así, es necesario ubicarse en una observación específica: el poder adquisitivo, este mismo se puede analizar desde el ciudadano, como el mismo estado, de modo que un país sin respaldo decente de la emisión monetaria en su capacidad productiva en la cadena de suministro y apoyo al avance en investigación de la ciencia y tecnología, se suele primarizar como en el caso colombiano .

Esto quiere decir que al no producir tecnología, debe anclarse a los países que poseen tal característica privilegiada, es así como empieza a influir la inflación, pues la percepción que se puede tener de la riqueza se suele interpretar de forma errónea, de tal forma, aunque se acumulara en divisa extranjera, esta puede devaluarse, cuanto más en países subdesarrollados, generando depreciación en el poder adquisitivo ya del ciudadano o X figura organizacional. La concepción entonces sobre tener un bienestar económico contrasta con el exceso que se puede producir de la cantidad de dinero circulante sin un respaldo fidedigno a las reservas de valor, oro, materias primas tecnología etc.

La estimación que se produce para regulación de tal fenómeno se ampara en la vieja fórmula keynesiana de regulación de tasas de interés de la demanda global ( Y= C+I+G+X-M=DA), Lo cual se traduce en: a mayor interés: baja el consumo de crédito, y a menor interés: aumento de consumo de crédito; toda esta maquinaria que representa la tributación, no contempla que esa emisión en realidad no tiene una circularidad constante y solvente irrigación ficticia en las mayorías, pues lentamente se genera una concentración fuga y succión de excedentes a países con ventajas en deducción de impuestos paraísos fiscales y demás por parte de quienes se benefician de esa emisión.

 De esta manera casi en clave, se intenta equiparar la emisión monetaria respecto la demografía, aunque todos sabemos que la desigualdad es imperante y ,en cambio, a mayor explosión demográfica mejor rentabilidad de sus necesidades básicas vitales, como de otras menos importantes, mercancías casi superfluas…

Así pues, al intentar equiparar el poder adquisitivo con mayor emisión, empieza la subida de precios, es claro que no es sano promover tales prácticas económicas intentando irrigar capas sociales expoliadas y marginadas, este escenario dantesco  siempre gesta insurrecciones pues se jerarquiza y estratifica el poder adquisitivo, aunque no se espera que todos sean millonarios, si garantías de subsistencia, ya que este fenómeno puede hacer que toda una sociedad sea completamente dependiente de quienes en su posición de desarrollo dominante, tienen las posibilidades de gestionar mejor respaldo de tal emisión; un ejemplo de ello, se toma de lo que ha sucedido en pandemia, subsidiar el confinamiento logro que la deuda estatal se cuadruplicara y aun así los países subdesarrollados no lograrían los mismos bonos que países de Europa y EE.UU. mas esto se ha traducido en un alto costo de vida, y por consiguiente mayor expoliación, pobreza multidimensional, pérdida de empleos, desaceleración económica local y mayor beneficio a los grandes monopolios, estos, aunque sufrieron pérdidas, tienen en su mayoría mejor forma de asumirlas como despido masivo y ayuda de recurso estatal aumentando la deuda privada.

¿Como asumir entonces la inflación en la región subdesarrollada? Cabe decir que no se dejara de usar la vieja formula keynesiana, el estado, es menester en la equidad y redistribución, la brecha social dependiente del capital humano, promoverá la meritocracia y relaciones sectarias ( de secta, grupo, colectivo conglomerado exclusivo) en que el obrero el asalariado el proletario son importantes, pero no lo suficiente como el profesional, el que se ha especializado y tiene influencias, cuanto más el político que “cuida” del bienestar general y “procura” la gestión del pleno empleo; si se usa correctamente el gasto público de la tributación sin la intervención abusiva en la reserva fraccionaria, para la dinamización del efecto multiplicador de la base monetaria, no habría necesidad de recurrir a una emisión desmesurada y especulación planificada de mercancías.

Equipar la sociedad con elementos intelectuales decentes, establecerá principios éticos de competitividad, si bien es cierto la condición cualitativa de los ciudadanos no tendrían un estándar basado en el mercado, al menos si habría unas pautas de convergencia respecto al singular potencial, con igualdad de oportunidades, entonces mas que capital humano seria la sociedad del conocimiento, que se recrea desde una necesidad existencial hacia la plenitud; no estaríamos al borde de una distopia, y realización de una utopía, en cambio si de una respuesta colectiva y de transformación de las relaciones sociales, que no se atomiza en la estratificación clasista. Los medios que deben estar al alcance no estarían para la supervivencia mas que si para una correlación armonizada con los recursos limitados.

¿Como es posible que se dé tal concentración de riqueza en minorías y esta se mantenga en el tiempo casi con una proyección sempiterna? El capital humano depreciado debe subordinarse entonces a su predestinación, una forma de coartar el mismo desarrollo, muy oscurantista el asunto por cierto, y no es que el sistema chino pueda ser el mejor referente de socialización de excedentes, regulación del mismo y correcta redistribución, sin duda una potencia, pero que al final por sus características demográficas tiene mas que un derrotero a la vista. No es simplemente vigilar y castigar, observación foucoltiana, naturalizar tal comportamiento es la reproducción de un sistema autoritario y dictatorial que nada tiene que ver con el comunismo, meta lejana para la globalidad.

Podemos analizar como ese capital humano se torna excluyente, falaz, indecente, ejemplo de ella sería el protagonismo taiwanes, ese, en la reproducción de tecnología que asiste a la multilateralidad sin comprender que su vecino casi hermano como lo es china tiene una necesidad o demanda considerable, y ¿qué tipo de relaciones comerciales entonces serian las mas convenientes? Apelar a la soberanía tecnológica sería una válvula de escape casi que para todos los países en especial los subdesarrollados. En este sentido, considero que el condicionamiento de la emisión monetaria coordinada por los bancos públicos centrales e internacionales, quedarían en una didáctica análoga respecto de una libre emisión monetaria basada en las condiciones tecnológicas actuales, una posible y objetiva respuesta a la dinámica indigna derivada de la inflación o sus fluctuaciones que profundizan el fenómeno.

Hemos transitado por una serie de particularidades, contradicciones y determinaciones algo paradigmáticas que nos aterrizan en el contexto colombiano, se nos ha legado un acumulado histórico para reconciliar y salir airosos de la encrucijada, ahora bien, la mediación nos exhorta a reinterpretar la ocupación del territorio, la significancia integral ideológica que vertebra nuestras relaciones político-económicas filosóficas y  sociales; concebir el usufructo del suelo en base a prioridades generales y no expectativas de acumulación ilimitadas sin dios ni ley, discriminar el tipo de tecnologías a usar y establecer unas reglas de juego que puedan promover ventajas comparativas mediadas por el gasto energético mas que el propio calculo económico. No es que se limite el poder adquisitivo y se estandarice o estatice, ya que esta comprobado que de la naturaleza si que hay soluciones que se pueden manufacturar y diversificar en modo rentista si es el caso, esta migración energética no podría seguir en un letargo dilatado por intereses particulares, en cambio sí una implementación concertada.

Se hace necesario armonizar la urbanización con las estructuras ecosistémicas e hídricas, como explotación y comercialización de materias primas, se debe tener una planificación que dignifique la ocupación, habitabilidad, arraigo y permanencia, hay que hacer funcional las figuras gremiales estructuradas con elementos experimentales que desarrollen técnicas de proyección a gran escala y de uso libre; es claro que los avances de investigación repuntan en la literatura además de tener a favor la democratización de la información, quizá otra nueva forma de ocupación territorial si se le puede comparar el ciber espacio, tan exponencial como inconmensurable en el cual hay un lugar para lo inimaginable, esto impacta en la realidad pues deben haber los sistemas de soporte material que le puedan recrear, más ocupación de territorio de forma estratégica para cubrir el espectro.

Sigue siendo inevitable la intervención del estado, ya que la desigualdad en la ocupación del territorio sin duda no cumple estándares sugeridos y en cambio se reflejan actividades de expansión urbana formal e informal que cumplan con requerimientos de necesidades especificas a intereses particulares lo que aumenta en dados casos expropiación, deforestación segregación de fauna y comunidades, y consolida un estilo de vida menoscabador ilegitimo, enajenador de autonomías, en este sentido la única forma de delimitar este tipo de actividad humana se basa en una propiedad privada que se respalda en la legalidad en su adquisición, ¿Cómo podría esperarse de los terratenientes por voluntad propia asumir limites en sus ambiciones?, Si se estuviera sujeto al libre albedrio, y ya, entonces la situación siempre seria paupérrima, violenta, un atraso permanente, continuo retroceso en el pensamiento político económico y filosófico, algo que gran parte de los libertarios no entienden, pues a honoris y causa no se pondrían deacuerdo para desarrollar un escenario de vida digna para las comunidades más que la jerarquización de realidades. Una condición de clase impuesta por antonomasia, ya que, al no gestionarse un estado subjetivo zanjado respecto equidad e igualdad, estaría evidente la brecha que beneficia unos y perjudica otros, no es solo costos de oportunidad o utilidad marginal hacia el poder adquisitivo, es la conformación orgánica de la sociedad que evoluciona multidimensionalmente.

by Maicol Ramirez Moreno.


Una respuesta a “INFLACIÓN, CAPITAL HUMANO Y OCUPACIÓN DESIGUAL DEL TERRITORIO EN COLOMBIA.

  1. En términos generales está bien estructurado el artículo, le veo es mucho revuelto en el tema del porque de la inflación de los países latinoamericanos, demostrado que las clases dominantes juegan con eso por el poder económico que se apoderan para hacer arrodillar a gobiernos progresistas, ejemplo Venezuela, cuba, Nicaragua, que sus economías son de adquisición de productos alimenticios y manufacturados, sobre todo Venezuela que históricamente ha Sido importador de servicios y productos por ser una economía petrolera, de ahí el bloqueo económico y la superinflacion que los obligó a dolarizar su economía y así sucesivamente en otros países que busquen otras alternativas económicas.

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