Concebir la conurbación desde la Agroecología.
La agroecología se fundamenta en la concatenación del trabajo social y la implementación de ciencia con enfoque pedagógico transdisciplinar, al servicio de la ciudadanía, entre tanto promueve en el tejido social didácticas comunitarias populares y de sensibilización y restauración integral.
El enfoque agroecológico, permite gestionar de forma participativa y descentralizada, discusiones respecto a: soberanía alimentaria, ambiental y tecnológica, y plantear el ordenamiento del territorio de manera objetiva puntual y sustentable; de esta manera, organizar la producción y masificación de bienes de consumo básicos como los alimentos de primera necesidad, replantea el proceso de regeneración genética en la semilla y uso libre sin monopolios que conlleven a la depredación indiscriminada de los recursos vitales.
Es parte también de esta dinámica científica y reivindicativa, Fomentar el trato amigable con la vida útil del suelo para así ayudar a armonizar la huella humana, reflejada en los factores bióticos (flora y fauna) y abióticos (materias primas para explotación) de los entornos habitados; por tanto, planificar los espacios autoconstruidos, institucionalizados y comunitarios, recrea deliberaciones y consensos que derivan en el marco normativo e institucional.
El cambio climático ha supuesto un reto global, ya que la afectación ambiental tiene externalidades inherentes a la cultura, como forma de reproducir huella ecológica con o sin estándares globales, aunque en las dos últimas décadas se vienen orientando desde la institucionalidad tratados y acuerdos internacionales; así pues, en la actualidad, los objetivos de desarrollo sostenible exhortan a las diferentes naciones vinculadas a adoptar medidas de mitigación y contención del fenómeno contaminante o explotación desaforada de los recursos naturales.
La particularidad con la que contrasta la agroecología los modelos económicos imperantes en diferentes países del primer y tercer mundo ,concluye hacia nuevos derroteros político-administrativos y económicos en la línea agraria inicialmente, ya que las políticas neoliberales sustentan la narrativa de la propiedad privada hacia el libre mercado sin regulación del estado y el derecho inalienable ilimitado a la riqueza; experimentando con la brecha social, siendo afectados países del tercer mundo por su dependencia tecnológica obligados a primarizarse, y así, construir sus realidades marginadas espoliadas y rezagadas de privilegios materiales o medios básicos, siendo una cifra por demás absurda.
Desconcentrar en la cadena de valor del sector agrario el monopolio de conglomerados y transnacionales, permite que la generación de excedente y asignación masiva de productividad, pueda irrigar a familias autóctonas campesinas que se han dedicado a trabajar el suelo por décadas en la periferia de la capital o en zonas rurales en dinámica de conurbación; sumado a esto, la participación en el mercado nacional e internacional con apoyo estatal es incipiente a la actualidad, poca relevancia y pertinencia en medio de una calamidad salubre global o la vanguardia de la industria 4.0 patentando con tecnología de software libre, productos de consumo masivo, obras artísticas, titulación de tierras medicina prepagada, etc. .
Apelamos a la agroecología como una estrategia integral que: empodera, identifica, incluye, y brinda herramientas pedagógicas estructurales, estructurantes y valora el potencial ambiental-cultural local, planificando la intervención de actividades humanas, necesarias para recrear un modelo de consumo que optimiza el gasto energético; y equipa la subjetividad del ciudadano en la lógica de concienciarlo, hacerlo responsable, participe y beneficiario.
Así pues, promover la participación en las políticas publicas y tener a favor el plan de gobierno, permitirá planificar la tipología arquitectónica de los territorios en proceso de expansión urbana, dignificando la habitabilidad, permanencia, arraigo y desarraigo de las comunidades, entendiendo la necesidad de conservar el potencial ambiental como un activo permanente que debe perpetuar su reproducción nativa generacionalmente; y es que la explosión demográfica que tiene sus reflujos derivados de la migración, profundiza los fenómenos sociales que en este proceso de convergencia multicultural por sus características de región intervendrá en dadas circunstancias adversas, esas zonas delimitadas aun rurales ahora puestas en el escenario de la propiedad privada.
En este sentido, no se podría cancelar la concepción civilizada que se le ha dado a la delimitación del espacio-territorio, a partir de una renta-beneficio: la propiedad privada, será una figura que se mantendrá por décadas seguro, apelando a la libertad de mercado, poder adquisitivo, libre expresión y demás; lo cierto es que la forma en que se distorsiona la ambición del ciudadano o comunidades por el mismo desarrollo de las fuerzas productivas y sus herramientas altamente tecnificadas, cambia la igualdad de condiciones, generando privilegios que logran ser nocivos en el momento que se instrumentaliza el estado, para implementar una estrategia teleológica, ósea con un fin en particular, acumulación de riqueza ilimitada no equiparable a la cantidad de empleos que se generan, y enajenación del pensamiento critico para orientar la opinión publica.
promover en los territorios acciones socio-ambientales, ha sido una dinámica de empoderamiento y espontaneidad que no deja de anclarse a indicaciones de sentido común que se enarbolan como exigencias en las luchas populares. Es así como las huertas urbanas, plantean la necesidad de comprender des-estructuradamente con pedagogías y saberes propios o legados casi de forma autóctona por generaciones pasadas segregadas de sus territorios, una conurbación, que crece con evidentes contradicciones: se satisface la demanda de suelo pero se afecta y deslocaliza ecosistemas nativos. Es interesante el concepto de vivienda rural dispersa como medida de mitigación del fenómeno, no deja de ser igualmente el modelo económico matriz de desarrollo, si este no promueve la armonización de la huella humana, estará susceptible de descalificación, incongruente reinterpretación, salvaje intervención.
by: Maicol Ramirez M.

