¡La plataforma ARRAIGO está cumpliendo 1 año desde su lanzamiento!
Ha sido un año intenso en el que ha habido espacio para la introspección, el acercamiento y la construcción de confianzas, nuevas alianzas y estrategias.
Qué mejor forma de celebrar este aniversario que en el terreno, reunidos en una jornada de exploración, minga, sancocho y reflexión, en esta ocasión en la localidad de Ciudad Bolívar, alrededor de la quebrada Limas Brazo Derecho, donde queda la Huerta de Mariela.
El punto de encuentro para dirigirnos hacia Ciudad Bolívar es el Planetario Distrital, la hora las 8 AM y la fecha el próximo Domingo 23 de Octubre.
Nos vemos el próximo domingo en Ciudad Bolívar, en la Huerta de Mariela, sembremos juntos y abonemos las raíces del ARRAIGO.
Para más información sobre la Huerta de Mariela, los invitamos a ver la pieza audiovisual basada en su testimonio:
https://arraigo.co/2015/11/06/la-huerta-de-mariela-recuperando-habitando-quebradas/
Más información sobre el evento enhttp://www.arraigo.co
¡Les deseo mucho éxito en su causa!
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Mi saludo para Arraigo: Primero que todo a Mariela, un agradecimiento por su inmensa hospitalidad, generosidad y valentía. Un reconocimiento por su esfuerzo para sortear las dificultades que es fuente de inspiración para quienes aun tenemos mucho por vivir y a veces nos sentimos agotados, superados o vencidos por las circunstancias.
Para quienes desde otras zonas de Bogotá experimentan el apego a su territorio y desde allí su anhelo por un mejor futuro para los suyos. Decirles que su esfuerzo no solo es legítimo sino necesario y conveniente. En una sociedad donde vivir tiende a ser sinónimo de trabajar, ganar dinero y comprar comodidades, sin nada de fondo que le de contenido a la existencia, se necesitan nuevos significados para la palabra vivir que nos acerquen con la tierra.
Para quienes desde la academia, las instituciones o el activismo acompañan a las poblaciones en su Arraigo, decirles que es fuente de esperanza y aliento comprobar en ustedes la expresión genuina de nuestra calidad como seres humanos. No es causa fácil la preocupación por los otros, por la justo o lo injusto, por lo que puede ser mejor y en lo que podemos contribuir en pro de ello. Quizá el mito de la cruz sea el que mejor delate el destino que impone la sociedad humana a quienes apuestan por entregarse a ella, pero también allí se revela el símbolo de la enorme potencia que las causas justas guardan y el insólito respaldo que invocan desde la misma fuente de vida y energía creadora.
Para cerrar estas palabras quiero dejar con ustedes, los últimos dos párrafos conclusivos de mi tesina de master en filosofía recientemente publicada en la Universidad de Granada que resumen mi idea y esperanza en que desde el arraigo se descubra una semilla para una mejor forma de vivir nuestro planeta y las ciudades:
«………Como las aguas claras que bajan de las sierras y precisamente brotando alrededor de estas, ante la impasibilidad o ulterior sorpresa de los ciudadanos de la ciudad atafagada, absortos en su cotidianidad organizada, descenderá el mensaje: formas insospechadas, arquitectónicas y habitacionales; combinación de usos, arreglos, corredores de transferencia, liberación y flujo en general de vida, naturaleza y humanidad “a todo trance”.
Las advertencias de la tecnocracia utilitaria sobre el advenimiento de desastres, que hoy se cumplen en forma de torrentes, deslaves, inundaciones, movimientos rocosos y rotacionales, se cumplirán entonces como arremetidas caudalosas y carnavalescas sobre la conciencia de los seres humanos alienados y empobrecidos en la ciudad de asfalto; despliegues de vitalidad que cubran en su futilidad la burocracia y las instalaciones de banalización en el consumo e impactos aplastantes contra la autoridad acumulada con base en la especulación sobre el conocimiento y la simplificación temerosa de la diferencia».
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